lunes, 28 de noviembre de 2011

Danza Alada hizo vibrar al público almeriense con “La Ruta de la Seda" en la sala Cibeles


Con una puntualidad exquisita y un público ansioso por descubrir la magia de Danza Alada comenzaba la noche, sobre el escenario Nikki Simone e Irene Manzano, dos grandes y experimentadas artistas que daban comienzo a su espectáculo con una asombrosa danza hindú de gran dificultad técnica, desde ese momento el publico entró en una absoluta concentración, manteniendo así un silencio absoluto que tan solo era interrumpido para aplaudir y elogiar a las artistas tras sus interpretaciones,  la elegancia, el arte, el talento y la coordinación estuvieron  presentes durante toda la noche, ya que las artistas aparecían en escena en solitario y de manera conjunta, utilizando variados accesorios durante el espectáculo, como lo fueron las velas, el bastón, la pandereta, el sable, las Alas de Isis, o el velo, entre otros, era asombroso ver como ambas artistas estaban completamente compenetradas en escena, transmitían seguridad e inquietud a la misma vez, sin duda, el público tuvo sus momentos de emoción, uno de ellos se desarrollaba cuando Nikki Simone aparecía en escena con las Alas de Isis, causando un impacto rotundo de movimiento y dándoles vida como si la de un propio pájaro se tratara, por otra parte, Irene Manzano causó furor con su número de danza del sable, era increíble ver con la soltura  y el desenfado con la que se desenvolvía y giraba durante el baile mientras sostenía el sable únicamente con la cintura o la cabeza.


Tras algo más de una hora de espectáculo llegaba el momento de la despedida, y en este caso lo hacían conjuntamente con una espléndida danza zíngara, en la que el derroche de movimiento y la simpatía eran los principales protagonistas, momento en el que el público no lo pensó y optó a ponerse en pie para animar a las artistas y despedirlas con el mayor de los aplausos, y con los brazos abiertos y muy agradecidas se despedían Nikki e Irene del público almeriense, dando las gracias con la mejor sonrisa y la mayor satisfacción .
Tras algo más de una hora de espectáculo llegaba el momento de la despedida, y en este caso lo hacían conjuntamente con una espléndida danza zíngara, en la que el derroche de movimiento y la simpatía eran los principales protagonistas, momento en el que el público no lo pensó y optó a ponerse en pie para animar a las artistas y despedirlas con el mayor de los aplausos, y con los brazos abiertos y muy agradecidas se despedían Nikki e Irene del público almeriense, dando las gracias con la mejor sonrisa y la mayor satisfacción .

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